El capitalismo es la opción correcta

El presidente Macri deberá decidirse por seguir un rumbo netamente capitalista o seguir por el de un socialismo trasnochado que le ha demostrado que no sirve, ya que en materia económica ha fracasado, y por ello el nivel de confianza en su gestión es cada vez más reducido.

La seducción por la utopía socialista que nos llevó a tener miedo de bastarnos a nosotros mismos y a creer en la planificación de la economía desde el Estado, ha traído infortunadas consecuencias como el aumento de la inflación, la desocupación y la pobreza. Fue necesario, una vez más, ver los resultados que siempre ofrece un Estado sobredimensionado, devorador del esfuerzo privado y debilitador de la sociedad civil, al haber asumido las funciones que a ella le corresponden.

Como todos sabemos, donde hay intercambios de cualquier clase que sea, hay mercado, y de esto se trata si es que se pretende mejorar en serio. Esencialmente, la función del mercado es brindar información acerca de lo que necesita y quiere la gente. Por ello, crear y expandir mercados es la solución para morigerar la pobreza. Para eso hay que ampliar la acción electiva, luchando contra las corporaciones y eliminando las regulaciones que traban la economía, a fin de aumentar los grados de libertad económica. El gobierno actual, como el anterior, le teme a la libertad que reclama la acción electiva, sin considerar los bienes que atrae su aplicación.

A pesar de la frustración que ha seguido a tantas equivocaciones, nos queda la esperanza de un cambio fundamental que posibilite seguir el camino chileno o el que parece que seguirá Brasil, al menos en lo fundamental que pretende, y ese camino no es otro que permitir el desarrollo capitalista. Preservar los avances de la sociedad de alta complejidad y mejorarla, desarrollando la dinámica del capitalismo, es el camino que debería encarar sin dilaciones el actual gobierno o el que surja después de las elecciones.

Los políticos de raigambre socialista han cerrado los ojos al inmenso progreso que el sistema capitalista llevó a los países que lo adoptaron luego de la Segunda Guerra Mundial. El capitalismo no solamente levantó países destrozados por la guerra. sino que mejoró la institucionalidad democrática, enriqueció la cultura moderna e hizo crecer la autonomía personal y el aumento cualitativo y cuantitativo de los intercambios a nivel mundial.

Basta pensar, por el contrario, en las consecuencias atroces que llevó el socialismo a países como la URSS y sus satélites, entre ellos Cuba, para desestimar cualquier propuesta que hiera o trate de menoscabar la propiedad privada y la economía de mercado. Y no solo ellos, sino también el gobierno laborista en Inglaterra y el peronismo en Argentina entre otros, sin llegar al extremo soviético o cubano. En 1946, el peronismo impuso nacionalizaciones y limitaciones graves al capitalismo, con consecuencias que aún no hemos podido superar.

Es cierto por otra parte que con el gobierno del presidente Macri se ha mejorado notablemente en el plano de las relaciones exteriores y en el contenido ético de las propuestas políticas, aunque con evidente precariedad. Sin embargo, debería aumentar la seguridad jurídica, algo imprescindible para que gravite la credibilidad, la confianza y la fe en el cumplimiento de los contratos, y que las normas no sean modificadas abruptamente para alterar el significado de los acuerdos previos.

Al presidente le falta convicción para actuar en función de las expectativas de los mercados, mejorando la información y fortificando la institucionalidad que los apoya, aunque sea difícil y requiera de comprometidas decisiones políticas. Para eso lo votamos, esperando el cambio.

Macri no es Perón, ni Néstor o Cristina Kirchner. Está lejos de ser un presidente autoritario, pero si no corrige el rumbo y los errores, persistiendo en la ingenuidad socialistoide, puede perderse y perdernos en los encantos de la utopía.

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Elena Valero Narváez

Autora de El Crepúsculo Argentino (Ed. Lumière, 2006). Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia de la República Argentina. Miembro del Instituto de Política Económica de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.