Argentinos nefastos: Juan Domingo Perón (1895-1974)
Esta es la verdad acerca de quién fue Juan Domingo Perón, que contradice todos los «relatos» recientes. Se trata de una solicitada aparecida en el diario La Nación, domingo 4 de marzo de 1973, página 11.
Nadie hizo más que Perón
Dedicado en especial a los jóvenes que no han vivido ni estudiado, la experiencia de esta década de infamia, cuyos hechos han sido ocultados o deformados por ideólogos interesados en el olvido o la desfiguración, que no son más que formas elementales del lavado de cerebro al que el totalitarismo trata siempre de someter a los hombres libres.
En lo moral
a) La Patria.
1. Silenció el culto de todos los héroes y próceres.
2. Reemplazó el Himno Nacional por la marcha partidaria y quiso hacer lo mismo con el Escudo Nacional.
3. En idéntica sustitución, también suprimió las marchas patrióticas.
4. Restó toda importancia a la celebración del 25 de Mayo y menospreció el 9 de Julio, convirtiéndolo en el «Día de la Independencia Económica».
5. Devolvió a Paraguay los trofeos de guerra tomados por Argentina.
6. Hizo quemar la enseña nacional.
7. Impuso su nombre y el de su segunda esposa a provincias, partidos, ciudades, pueblos, barrios, calles, plazas, estaciones, buques, aviones, institutos, congresos, etc.
8. El 16 de junio de 1955 tembló de miedo y gimió en el tercer sótano del Ministerio de Guerra, después de haber convocado a sus adictos a Plaza de Mayo para que lo defiendan.
9. Producida la Revolución del 16 de septiembre de 1955, se refugió en una cañonera paraguaya mientras lo esperaba reunido su consejo de ministros.
10. Fue juzgado por un Tribunal Superior Militar que lo condenó con la pena máxima: falta gravísima, por la indignidad que con su inconducta puso de manifiesto, prohibiéndole el uso del título del grado y del uniforme. Firmaron el fallo cinco tenientes generales de la Nación, por unanimidad.
11. En noviembre de 1972, pese a ser ciudadano argentino, volvió al país con pasaporte paraguayo. Y el 16/12/1972 en Asunción, ratificó: «Mientras viva utilizaré el pasaporte paraguayo, que tuve el honor de recibir en 1955».
12. Afirmó a la prensa extranjera que el ejército de Paraguay era el más glorioso de América, y renegando de la institución que le dio formación militar, se jactó de ser general paraguayo, un título protocolar y de intercambio entre mandatarios.
b) La familia.
13. Obligó a usar en las escuelas primarias libros de lectura con su efigie y la de su segunda esposa en todas las páginas, acompañadas de textos donde se exaltaba a ambos como únicos «próceres». Reemplazó las palabras «papá» y «mamá» por su nombre y el de ella.
14. Cuando murió su madre no concurrió al sepelio. Envió un telegrama y se hizo representar por un edecán mientras paseaba en yate por los riachos del Tigre.
15. Creó el odio entre padres, hijos y hermanos, destruyendo a millares de familias argentinas. Fomentó la delación en todas sus formas y la recompensó.
16. Antepuso la incondicionalidad partidaria a todo sentimiento e incluso a la unión del hogar, dividiendo a todo el mundo en «réprobos» y «elegidos».
17. Explotó a su propia esposa en vida y después de muerta, sometiendo su cadáver embalsamado al grotesco cortejo de los serviles. Incluso ella lo repudió poco antes de morir, diciendo a un grupo de sindicalistas «Cuídense de este miserable».
c) La religión.
18. Quiso entronizar su efigie y la de su segunda esposa en los altares.
19. Reemplazó el crucifijo por el retrato de ambos en hospitales, colegios, institutos, entidades, etc.
20. Proclamó a su partido como «única religión nacional».
21. Sustituyó el Día de la Inmaculada Concepción por el «Día del Campeón», por el boxeador Pascual Pérez.
22. Decretó el 18 de octubre como «San Perón».
23. Hizo sancionar la Ley de la Prostitución.
24. Persiguió, encarceló, vejó y/o expulsó a centenares de sacerdotes y obispos, entre otros, como los monseñores De Andrea, Lafitte, Tato, Novoa, Dumphy, Jorba Farías, los curas de la Medalla Milagrosa, etc.
25. Con apoyo policial, ordenó quemar y profanar numerosos templos de la ciudad de Buenos Aires.
26. En el mismo «operativo» quedó totalmente destruida la Curia Metropolitana.
27. Fue excomulgado por el Papa.
d) La verdad.
28. Aseguró tener una bomba atómica gracias a las investigaciones de los científicos argentinos Ronald Richter y Otto Gamba, despilfarrando millones en autopublicidad y poniéndonos en ridículo ante el mundo.
29. Dijo: «He renunciado al honor más grande al que puede aspirar un militar, que es ser general de la Nación, para seguir siendo siempre vuestro querido coronel Perón».
30. Dijo: «No tengo otra ambición que la de servir a los trabajadores, por eso nunca seré presidente».
31. Dijo: «Aunque me lo pidan a título de sacrificio personal, jamás aceptaré mi reelección».
32. Dijo: «Antes de adoptar semejante determinación, me cortaría la mano derecha» y firmó la declaración de guerra contra el Eje a principios de 1945, cuando éste ya estaba derrotado.
33. Cuando era presidente, dijo: «Vivo modestamente con trescientos pesos mensuales». Una vez que huyó, afirmó cínicamente: «Ahora puedo pasar el resto de mi vida comiendo billetes de mil todos los días».
e) La honestidad.
34. Fue procesado por haber cometido el delito de estupro contra una niña de 14 años. No quiso regresar del exilio hasta haberse asegurado de que la causa había prescripto y que sus sicarios le confirmaran fehacientemente el haber destruido toda documentación, referencia o testimonio al respecto.
35. Hacía seleccionar por sus sicarios a sus futuras víctimas menores de edad (generalmente de hogares muy humildes o en las escuelas) y les regalaba billeteras con dinero, bicicletas y motonetas con gorras «pochito».
36. Corrompió instituciones fundamentales de la República, comprando voluntades con órdenes para adquirir automotores «a precios de lista». Sus favoritos recibieron centenares y negociaron la mayor parte de ellas.
37. Cubrió a su segunda esposa de joyas cuya valuación actual es de varios millones de dólares.
38. No obstante su declamada pobreza, colocó millones de dólares a interés en cuentas del exterior, particularmente en Suiza y los Estados Unidos.
39. Desconfiando de los «cien años de cuerda» que se atribuía, abrió numerosas cuentas extranjeras a nombre de terceros. De la nada llegó a estar entre los diez hombres más ricos del mundo.
40. Para satisfacer su propio ego obligó a deportistas, científicos, técnicos y artistas, a dedicarle públicamente sus logros y triunfos. Quienes no se sometieron tuvieron que retirarse o emigrar.
41. Humilló a los hogares modestos en las fiestas de fin de año, haciéndoles llegar sidra y pan dulce comprados con dinero de los contribuyentes, en paquetes que llevaban su retrato y el de su segunda esposa con una inscripción que decía «Obsequio de Perón y Evita».
En lo político e institucional
f) La ley.
42. Modificó arbitraria y fraudulentamente la Constitución Nacional para posibilitar su reelección.
43. Ganó las elecciones haciendo fraude preelectoral, monopolizando para su partido todos los medios de comunicación, coaccionando y amenazando a través de sus personeros a todos los agentes públicos, modificando maliciosamente las inscripciones electorales, trasladando en trenes y camiones grandes cantidades de votantes de un lugar a otro de la República, etc.
44. Hizo fraude durante y después del comicio. No depuró los padrones y empleó elementos pagados, haciéndolos votar varias veces con una misma libreta, o utilizando libretas de fallecidos; adulteró las cifras del escrutinio, etc.
45. Implantó la afiliación obligatoria al «partido único», como requisito indispensable para poder trabajar.
46. Decretó el luto obligatorio por la muerte de su segunda esposa.
47. Obligó a funcionarios, empleados y obreros a observar todos los días a las 20:25 el «minuto de silencio» por la muerte de Evita.
48. Impuso la concurrencia forzosa a todos los actos partidarios.
49. Rotuló a sus adversarios políticos como «la canalla opositora» y los encarceló, vejó y torturó.
50. Intimidó a grandes sectores de la ciudadanía, quemando la Casa Radical, la Casa del Pueblo, la sede del Partido Demócrata Nacional y el Jockey Club.
51. En la quema de la Curia, de la Casa del Pueblo y otras instituciones, destruyó más de 200.000 libros e inutilizó importantísimas obras de arte, archivos históricos insustituibles, reliquias, trofeos patrióticos, etc.
52. Ejerció la suma del poder público, aceptando las facultades extraordinarias que le concedieron sus obsecuentes legisladores. Violó así, junto con ellos, la Constitución Nacional, quedando todos sujetos «a la responsabilidad y pena de los ínfames traidores a la patria» que establece el artículo nº 29 de la misma.
53. Sometió por completo al Poder Judicial y a todos los fueros de Justicia. Llegó al extremo de decir: «El gobierno y el Estado me pertenecen a mi como funcionario. Yo actúo sobre ellos, los gobierno, los manejo, los mando.» (10/01/1953).
54. Decretó el «estado de guerra interno» permanente y utilizó a su arbitrio la Ley de Residencia.
55. Aprovechó la obsecuencia legislativa y judicial para obtener más de cien despachos diarios favorables a sus propósitos e intereses personales. En un solo día se llegaron a presentar en el Congreso 383 proyectos de homenajes para él y a su segunda esposa, caso único en la historia del mundo.
56. Antepuso su vanidad a la gloria del Padre de la Patria don José de San Martín y pretendió equipararse con él haciéndose proclamar oficialmente «Libertador de la República» por parte del Congreso.
57. Proclamó a su programa partidario como «doctrina nacional» e hizo titular a su segunda esposa como «Jefa Espiritual de la Nación».
58. Cuando fue derrocado le estaban levantando un monumento con fondos recaudados mediante descuentos obligatorios.
59. En cuanto al «monumento al descamisado», financiado del mismo modo, nunca se construyó y nadie sabe qué se hizo con el dinero «donado» para ese fin.
g) El Ejército.
60. Postergó o impidió el ascenso de los jefes y oficiales que se habían manifestado abiertamente contrarios a su régimen.
61. Dispuso antirreglamentariamente la participación de las Fuerzas Armadas en actos de carácter partidario, e inició el nefasto proceso de politización de las mismas.
62. Trató de corromper la moral de los jefes con órdenes de compra de automotores, misiones al exterior, otorgamiento de la «medalla militar peronista» y otras formas de soborno.
63. Sometió a las instituciones armadas y a la población civil a un régimen de delación y servilismo.
64. Quiso reemplazar al ejército por bandas armadas («milicias populares»).
h) La libertad de prensa.
65. En 1946 clausuró La Vanguardia (órgano oficial del Partido Socialista), Cascabel, Antinazi, etc. Luego La Nueva Provincia, El Intransigente, etc. En 1950, la Comisión Visca cerró en un solo día más de cien publicaciones. Posteriormente hizo tomar por asalto el diario La Prensa, del cual se apropió. En esa ocasión fue asesinado un obrero gráfico y el personal sufrió cárcel, vejámenes y torturas. Dado su discrecional manejo de las cuotas de papel, el diario La Nación –único no adicto– quedó reducido a dos hojas.
i) La enseñanza.
66. Suprimió la autonomía universitaria y cerró todas las Academias Nacionales.
67. Manejó las universidades desde la Casa de Gobierno.
68. Reemplazó la materia Instrucción Cívica por una presunta «Cultura Ciudadana», a medida de su programa partidario deformante.
69. Persiguió y dejó cesantes a profesores democráticos y encumbró a sus incondicionales. Destruyó virtualmente el magisterio y el profesorado masculinos al mantener casi congelados los sueldos durante nueve años. Centenares de varones que alentaban esa vocación tuvieron que abordar otras actividades para poder constituir o mantener una familia, quedando esa importante misión formativa solo para docentes de sexo femenino.
70. Reprimió a golpes a los estudiantes no adictos por medio de sus «muchachos», casi siempre expugilistas a sueldo, encargados de la «persuasión».
71. Negó la historia, quiso cambiar el pasado y deformó la realidad espiritual y cultural de su tiempo, pretendiendo adecuarla a sus objetivos.
72. Impuso la lectura obligatoria de La razón de mi vida, atribuido a su segunda esposa pero escrito por un extranjero a sueldo.
73. Convirtió en una sangrienta burla el precepto constitucional que consagra la libertad de enseñar y aprender: «Alpargatas sí, libros no» y «Haga Patria: mate un estudiante» eran los estribillos habituales de las manifestaciones peronistas.
j) La libertad individual.
74. Instituyó la «medalla de la lealtad peronista» para premiar la delación y la obsecuencia.
75. Creó los «jefes de manzana» del partido, una especie de Gestapo permanente en cada barrio de cada ciudad.
76. Creó las «unidades básicas», verdaderas células de penetración, acción psicológica, delación organizada, reparto de prebendas, y en caso necesario, mecanismo de «persuasión» dentro de cada vecindario.
77. Hizo que la simple denuncia de cualquier persona justificara la privación ilegal de la libertad o la expulsión del empleo.
78. Suprimió el recurso de «habeas hábeas», la tradicional garantía contra las restricciones ilegales de la libertad corporal de las personas.
79. Recluyó a los presos políticos y gremiales junto con los delincuentes comunes y los asesinos.
80. Sus sicarios asesinaron a obreros: Núñez, Aguirre, cañeros de Tucumán, ferroviarios, etc.; a profesionales: Ottolenghi, Ingalinella, etc.; a estudiantes: Salmún Feijoo, Bravo, Sulky, Valle, Astrada, Beltrán, etc.; a sacerdotes: Wagner, Martinez, etc.; entre muchos otros crímenes que son demasiado largos de enumerar.
81. A los opositores encarcelados, los acusó de «comunistas», calificación que hizo figurar en sus prontuarios.
82. A las mujeres no adictas, las hizo rapar para marcarlas y las sometió a malos tratos y vejaciones, fichándolas como prostitutas.
83. Durante su régimen las torturas, los vejámenes y la picana eléctrica fueron métodos habituales de «persuasión» política.
k) Las fuentes de trabajo.
84. Con su política totalitaria desalentó el trabajo en el interior del país y provocó el éxodo rural a las ciudades.
85. Proliferaron así centenares de «villas miseria».
86. Provocó la necesidad del doble empleo para poder sobrevivir.
87. Sometió a los sindicatos en una central única y dictatorial que fue su «partido paralelo» y a la vez su «fuerza de choque».
88. Copió la «carta del lavoro» fascista, implantándola como régimen laboral argentino.
89. Politizó los gremios al punto de que para poder trabajar, era imprescindible ser afiliado a su «partido único» y adicto incondicional de su régimen.
90. Desposeyó a los sindicatos, utilizando sus fondos en su provecho personal y en el de sus allegados. Vació las cajas de jubilaciones, incautando sus reservas y sustituyéndolas por bonos incobrables.
91. Inauguró la entrega arbitraria de sueldos y jornales, los descuentos por planilla y otras formas de despojo actualmente en vigor como muchas otras implantadas por él.
l) La vivienda.
92. Convirtió en una realidad angustiante el problema de la vivienda para las clases más necesitadas y para la clase media, a la que intentó destruir.
93. La inflación que él mismo causó, le obligó a congelar los alquileres mediante una ley totalitaria. Sabía que ese medio fraudulento era el único capaz de evitar que millares de familias cayesen en la indigencia, lo cual hubiera precipitado su caída.
94. Benefició con edificaciones palaciegas a los miembros de su camarilla gobernante, a los jerarcas del partido y a los dirigentes de los sindicatos adictos.
95. Su política en esta materia produjo una crisis habitacional sin precedentes en la historia del país.
96. Infligió gravísimo daño a la industria de la construcción, provocando una contracción económica que afectó a centenares de gremios afines y aumentó la desocupación.
97. Despojó de su legítima renta a los pequeños propietarios, que vieron así diluirse el fruto de sus ahorros al legalizarse el atropello al libre usufructo de la propiedad privada.
98. En materia de vivienda produjo al país un atraso de más de medio siglo.
m) Los servicios públicos.
99. Con el pretexto de nacionalizarlos, compró y destruyó los ferrocarriles, transformando sus servicios en una verdadera vergüenza nacional.
100. Anuló la eficiencia de todos los servicios públicos: teléfonos, correos, telégrafos, energía eléctrica, obras sanitarias, asistencia hospitalaria, transportes, etc. Demoró en diez años la introducción de la televisión con respecto a otros países sudamericanos. Cuando se inició, sólo se permitieron televisores en las unidades básicas.
101. Implantó restricciones al consumo de energía eléctrica familiar, comercial e industrial, como consecuencia del déficit energético que provocó. Las familias tuvieron que usar elevadores de tensión, los comercios fueron racionados en la iluminación de vidrieras (distintos días para las numeraciones pares e impares) y la industria tuvo que funcionar con limitaciones y alteraciones horarias. También fue responsable de la implantación de los «limitadores» de consumo de combustible, consecuencia de su nefasta política petrolera. Redujo a YPF a una organización burocrática atrasada e inoperante. El sindicato mandaba según sus caprichos, por encima del directorio aterrorizado. En 1955 la perforadora más nueva tenía 16 años de antigüedad y las había de 25. Cuando cayó su régimen pudo impulsarse la acción, construyéndose entre numerosas obras, los grandes oleoductos de Campo Durán.
102. Mantuvo virtualmente paralizada la red vial nacional. En nueve años, no llegó a terminar ni 5.000 kilómetros de caminos. Después de su derrocamiento se hicieron más de 18.000 y de mejor calidad.
103. Durante su gobierno, apenas logró un incremento de consumo de cemento de 43 kg por habitante. Inmediatamente después se produjo una expansión per cápita de 102 kg.
104. En energía eléctrica totalizó 2.695 millones de capacidad de Kw/h contra 10.915 millones de Kw/h después de su deposición.
En lo económico
n) La inflación.
105. Desató una espiral inflacionaria en progresión geométrica, cuyas consecuencias dificultan, aún hoy, la recuperación nacional. Manejó discrecionalmente y con criterio político la cartera crediticia, aniquiló el ahorro y ahuyentó la inversión. El hecho de que otros gobiernos posteriores hayan mantenido la misma política es imperdonable, pero no exculpa en modo alguno al tirano que la inauguró.
106. Convirtió el Banco Central en una simple oficina de la Casa de Gobierno, produciendo sucesivas emisiones incontroladas hasta empapelar al país. «¿Para qué quieren dólares? ¿Alguno de ustedes ha visto un dólar? Los dólares no se comen», decía después de haber dilapidado una enorme reserva de divisas en numerosas extravagancias demagógicas.
107. En nueve años mantuvo virtualmente paralizado el ingreso promedio de los argentinos, que solo creció en un 11 % contra un 43 % después de su derrocamiento. Esta fue otra gravísima consecuencia de su política económica colectivizante e inflacionista.
ñ) El dirigismo.
108. Firmó un contrato leonino con La California y otros grupos que se jactaba de combatir en detrimento de la soberanía nacional y de nuestra economía. Con su política confiscatoria llevó la crisis al campo, fomentando un inexistente antagonismo agro-industrial. Expropió establecimientos agrarios en plena producción para provecho de la camarilla gobernante. Tampoco escaparon a esta política las empresas industriales no adictas. Fue responsable de la merma de nuestras cosechas de trigo, maíz, avena, cebada, lino, etc. Dilapidó las reservas de nuestro stock ganadero sacrificando vientres y animales jóvenes cuando nuestro país estaba en el primer lugar del mundo. De esta manera Argentina fue desplazada por sus antiguos compradores, llegando a tener que importar semilla de lino. De ser primera potencia triguera mundial, la gente pasó a comer pan de harina oscura.
109. Redujo a cero nuestro parque automotor. Estableció un régimen de privilegio a través del sistema de «órdenes de compra» que manejó discrecionalmente, repartiendo más órdenes que el stock real de unidades.
110. Creó un monstruo económico: el IAPI, corrupto organismo que negociaba irregularmente y con sentido político. Todos los artículos de primera necesidad para el consumo familiar tuvieron que ser racionados. Los argentinos conocieron las «colas» para el kerosene, el vino, la leche, el azúcar, las papas, los huevos, etc. Para recuperar el stock ganadero que había destruido, quiso obligar a la ciudadanía a comer pescado y gastó millones en propaganda para exaltar los beneficios de este alimento. Inventó la ropa, los enseres y hasta la comida «Flor de ceibo».
o) La deuda y las reservas.
111. Dijo que cuando llegó al poder había una deuda externa de 3.500 millones de dólares, por la que pagaban 500 millones anuales de amortización e intereses. Según los registros del Banco Central, a principios de 1946 la deuda pública no superaba los U$S 250 millones y sus servicios no alcanzaban a U$S 40 millones.
112. Afirmó que en 1946 no teníamos reservas financieras y que antes de su derrocamiento teníamos 1.600 millones «cash» en la mano. Según los registros del Banco Central, a fines de 1945 había U$S 1.200 millones en oro y U$S 460 millones en divisas; y a fines de 1955 solo quedaban U$S 370 millones en oro y U$S 110 millones en divisas.
113. Subió al gobierno con una deuda pública de U$S 230 millones y su administración la elevó a U$S 757 millones, o sea más del triple en solo nueve años. Los citados registros del Banco Central pertenecen al ejercicio de su colaborador Miguel Miranda, el del «negociado de la hojalata» con los ferrocarriles. En cuanto a los saldos que registran sus cuentas particulares en los bancos de Suiza y de otros países, nadie los conoce, pero por algo fue el séptimo entre los más grandes inversores de la Bolsa de Nueva York.
A propósito de estos bienes, es interesante recordar cómo se preocupó por ellos cuando se produjo la Revolución Libertadora. Al día siguiente del estallido, el 17/09/1955, con la mente puesta en la fuga y mientras algunos ciudadanos se jugaban la vida en la lucha que se desarrollaba, él se tomó el tiempo necesario para extender ante escribano público un amplio poder para la administración de su cuantiosa fortuna. Antes del 03/12/1949, había manifestado en solemne declaración pública de bienes, que sólo poseía sus efectos personales, un automóvil Packard y una quinta hipotecada en San Vicente.
En lo internacional
p) La posición argentina.
114. Logró el unánime desprestigio de nuestro país ante el mundo civilizado. Inventó los convenios bilaterales de trueque para disimular el descalabro de nuestro comercio exterior.
115. Hizo perder a la Argentina su privilegiada posición de liderazgo espiritual y material en Latinoamérica.
116. Perturbó continuamente las tradicionales relaciones de amistad con casi todos los países del continente, llegando incluso a crear conflictos inexistentes para distraer la atención de la ciudadanía con respecto a la dramática gravedad de la situación interna en todos los órdenes.
117. Convirtió a las embajadas extranjeras en el refugio obligado de sus compatriotas perseguidos que debieron asilarse para huir de su régimen de terror.
118. Cuando él huyó, comprometió gravemente a las naciones que lo cobijaron, conspirando sin cesar e incitando siempre a sus adictos a la violencia y a la comisión de todo tipo de crímenes, mientras él se mantenía prófugo.
119. Cultivó estrechos vínculos de amistad solo con estados totalitarios.
q) Agravios internacionales.
120. Consecuente con sus simpatías fascistas, facilitó el ingreso al país de criminales de guerra como Eichmann, entre otros muchos jerarcas nazis. Vendió protección a cambio de dólares, otorgando más de 7.000 pasaportes en blanco a precio de oro.
121. Movido por su odio al Uruguay, tomó represalias contra el gobierno del país hermano, paralizando el funcionamiento de la Comisión Técnica Mixta Argentino Uruguaya del Salto Grande, y demoró así irracionalmente la construcción de esa necesaria represa.
122. Pidió auxilio a una flota extranjera cuando consideró inminente el bloqueo naval de nuestra Marina de Guerra.
Las bases ideológicas
123. Fue el gran impulsor del nazi-fascismo, sistema del cual hizo la pública apología. Dijo: «Elegí cumplir mi misión desde Italia porque allí se estaba produciendo un ensayo de nuevo socialismo». Consecuente con su vocación antidemocrática, cuando el Eje fue derrotado puso sus miras en el totalitarismo rojo.
124. Dijo: «La Revolución Rusa había ejercido una notable influencia, pero llegó a Occidente transformada».
125. Dijo: «El peronismo, en la medida en que puso el acento sobre lo social, también vivió el influjo de la Revolución Rusa».
126. Dijo: «En 1946 restablecí las relaciones con la Unión Soviética».
127. Dijo: «Los generales cavernícolas que pretendían convertir al Ejército en una guardia pretoriana, me acusaron de comunista».
128. Dijo refiriéndose a Vicorio Codovilla y sus «rojos»: «Nosotros nos sentíamos mil veces más comunistas que ellos».
129. Dijo: «Yo aspiraba a ser el Lenín de esta Revolución».
130. Dijo: «Si la Unión Soviética me hubiera dado el apoyo que le pedí, yo hubiera sido el primer Fidel Castro de América».
131. Hizo reiteradamente apología de Mao Tse Tung: «Si yo fuera chino, sería maoísta», ratificó el 11/02/1973.
Su pacificación
132. «El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan». (02/08/1946).
133. «Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quién cuelga a quién». (13/08/1946).
134. «A mí me van a matar peleando». (13/08/1946).
135. «Con un fusil o con un cuchillo, a matar al que se encuentre». (24/06/1947).
136. «Esa paz tengo que imponerla por la fuerza». (23/08/1947).
137. «Levantaremos horcas en todo el país para colgar a los opositores». (08/09/1947).
138. «Vamos a salir a la calle de una sola vez para que no vuelvan nunca más ni los hijos de ellos». (08/06/1951).
139. «Distribuiremos alambre de enfardar para colgar a nuestros enemigos». (31/08/1951).
140. «Para el caso de un atentado al presidente de la Nación… hay que contestar con miles de atentados». (Plan Político, 1952).
141. «Objetivo: Lista de dirigentes opositores, de instituciones reconocidas como desafectas al gobierno, de opositores o casas comerciales dirigidas o ligadas a los opositores, de representaciones cuyos gobiernos realizan campañas opositoras. Personal: Serán empleados grupos previamente instruidos y seleccionados de las organizaciones dependientes de la CGT y del Partido Peronista Masculino. Misión: Atentados personales, voladuras, incendios». (En el mismo documento).
142. «Se lo deja cesante y se lo exonera por la simple causa de ser un hombre que no comparte las ideas del gobierno. Eso es suficiente.» (3ª Conferencia de Gobernadores, pág. 177).
143. «Vamos a tener que volver a la época de andar con alambre de fardo en el bolsillo». (16/04/1953, horas antes del incendio de la Casa del Pueblo, la Casa Radical, la sede del Partido Demócrata Nacional y el Jockey Club).
144. «Leña… leña… Eso de la leña que ustedes aconsejan, ¿por qué no empiezan ustedes a darla?» (16/04/1953).
145. «Hay que buscar a esos agentes y donde se encuentren colgarlos de un árbol.» (16/04/1953).
146. «Compañeros: cuando haya que quemar, voy a salir a la cabeza de ustedes a quemar. Pero entonces, si eso fuera necesario, la historia recordaría la más grande hoguera que haya encendido la humanidad hasta nuestros días. Los que creen que nos cansaremos se equivocan. Nosotros tenemos cuerda para cien años». (07/05/1953).
147. «A unos se los conduce con la persuasión y el ejemplo, a otros con la policía». (15/05/1953).
148. «Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden contra las autoridades, puede ser muerto por cualquier argentino. Esta conducta que ha de seguir todo peronista no solamente va dirigida contra los que ejecutan, sino también contra los que conspiren o inciten». (31/08/1955).
149. «Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos». (31/08/1955).
150. «Que sepan que esta lucha que iniciamos no ha de terminar hasta que no los hayamos aniquilado y aplastado». (31/08/1955).
151. «Nuestra nación necesita paz y tranquilidad. Eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y sino a palos». (31/08/1955).
152. «Veremos si con esta demostración nuestros adversarios y enemigos comprenden. Si no lo hacen, ¡pobres de ellos!». (31/08/1955).
153. «Pido al pueblo que sea él también un custodio del orden. Si cree que lo puede hacer, que tome las medidas más violentas contra los alteradores del orden». (31/08/1955).
154. «¡Al enemigo, ni justicia!». (Memorando reservado «para el doctor Subiza», de su puño y letra, con triple subrayado. Repitió esta misma frase desde el exterior en junio de 1972 y se difundió por televisión a todo el país los días 21 y 22/06/72).
155. «¡Ah… si yo hubiese previsto lo que iba a pasar… entonces sí, hubiera fusilado a medio millón, o a un millón si era necesario. Tal vez ahora eso se produzca». (09/05/1970).
156. «Si yo tuviera cincuenta años menos, no sería incomprensible que anduviera ahora colocando bombas o tomando la justicia por mi propia mano». (30/12/1972).
157. «Los militares son todos unas bestias». (05/02/1973).
Esta lista no registra ni de lejos todas las imputaciones posibles a Perón y buena parte de ella afecta principios éticos fundamentales. Bastaría una sola de esas imputaciones para marcar a fuego al déspota. ¿Qué decir de más de un centenar de hechos infamantes?.
El régimen peronista fue una corrupta tiranía, y como tal, intrínsecamente perverso. Aunque hubiera hecho «cosas buenas» en lo administrativo, eso no lo relevaría de la infamia. Pero en este caso, aún lo administrativo fue absolutamente deficiente y el régimen significó la ruina del país en todos sus aspectos. Esto es historia y hay que recordarla permanentemente para que se aprenda la lección. ¿O es que hay que estudiar a griegos y romanos e ignorar lo que pasó en el país hace pocas décadas? Y en cuanto a perdonar, ¿se han rectificado acaso los culpables?
CIUDADANO: Cuando haya leído esta solicitada facilítesela a un amigo para que la conozca. Recuerde que según el sabio consejo de Bartolomé Mitre, «el odio contra las tiranías es una fuerza moral que no debe ser extinguida en los pueblos».
El legado de Perón
Cuando el Rockefeller Center se empezó a construir, en Buenos Aires ya existía el edificio Kavanagh.
Cuando la Standard Oil empezó a construir su primer kilómetro de oleoducto, YPF Argentina tenía 35 km de oleoductos y 95 pozos para explorar.
El subterráneo de Buenos Aires fue el primero de Latinoamérica junto al de Moscú, París, Londres y Nueva York.
La primera sucursal del mundo del Banco de Boston abrió en Buenos Aires.
Cuando la automotriz Ford Motor Company decidió salir de Estados Unidos y abrirse al mundo, inauguró sus primeras fábricas en París, Londres y Buenos Aires, siendo la primera en Latinoamérica.
La primera y única tienda Harrods fuera de Londres, abrió en la peatonal Florida en Buenos Aires.
Argentina fue la primera potencia militar de Sudamérica, la segunda de América, la quinta potencia económica del mundo y su PBI fue el más alto a nivel mundial entre 1895 y 1896, igualando a Australia.
El Banco Central llegó a tener exceso de barras de oro en su bóveda y tuvo que ser custodiado por militares dentro y fuera del edificio.
Hasta que llegó el peronismo en 1946.
Mentiras peronistas
- Vacaciones pagas: Fue proyecto de ley aprobado en el gobierno de Uriburu (1933).
- Jornada laboral de ocho horas: Fue puesta en marcha en el gobierno de Yrigoyen (1929).
- Primera ley de jubilaciones: Fue creada por Marcelo T. de Alvear (1923-1924).
- Primera ley de protección del trabajo de la mujer y los niños: Promovidas e implementadas por el socialismo durante el gobierno de Figueroa Alcorta (1906).
- Ley de accidentes de trabajo: Sancionada durante el gobierno de Sáenz Peña (1914).
- Primera reglamentación del trabajo a domicilio: Implementada durante el gobierno de Victorino de la Plaza (1914).
- Leyes de despido sin causa y Protección a la maternidad y Licencia paga por enfermedad: Sancionadas durante el gobierno de Uriburu (1933).
Esto es solo una parte, hay muchísimos ejemplos más.
La historia, al igual que la verdad, es siempre una sola.

Informático. Analista de Sistemas de Computación. Librepensador, escritor y documentalista. Webmaster de Diario El Despertador.
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